Historias de profesores veteranos que se convirtieron en el alma de Voz Natura
Hay que decirlo alto y claro: Voz Natura no sería nada ni hubiera llegado hasta su 25 aniversario (que celebra este curso) sin los profesores, algunos de los cuales batallaron hasta su jubilación por la defensa del medio ambiente de su entorno, y muchos más de lo que puede pensarse sobrepasan los 15 años de experiencia en esta iniciativa, decenio y medio. Que se dice muy pronto.
Todos ellos fueron los grandes pioneros en integrar este programa ambiental en el currículum escolar. Porque lo cierto es que hasta entonces nadie consideraba la protección del entorno como una necesidad educativa.
Echando la vista atrás, en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre reconocen con mucho gusto que «fueron educadores que consiguieron que nuestro programa se considere imprescindible en sus centros educativos», y resaltan que los que se jubilaron lograron algo importante: pasar el testigo a otros compañeros más jóvenes.
Y no solo eso, sino que cuando alguno se cambiaba de centro se llevaba con él el «espíritu Voz Natura» y volvía a poner en marcha un proyecto ligado a este programa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, y que cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces.
Una de esas veteranas, Mercedes López, del EEI Carricanta (A Coruña), resalta que «todos hemos aprendido juntos, y recuerdo con mucho cariño y respeto aquellos inicios de los que me he quedado con muy buenos amigos».
Involucrar al alumnado
Miguel Leiva, del ahora CPR San Lourenzo (de Lugo), trabaja con Voz Natura desde hace 21 años, y resalta la ilusión con que empezaron: «Un señor nos dejó una viña semiabandonada en la Ribeira Sacra, y allá fuimos, pusimos cepas, aireamos, la rejuvenecimos, y aquello acabó siendo una bodega, lo es hoy, y produce un vino que se vende».
José Antonio González, del IES de Foz, recuerda que empezaron porque «tiñamos que involucrar ao alumnado en actividades tanto dentro como fóra do centro relacionadas coa natureza e a sustentabilidade».
Mercedes López comenta que en aquellos lejanos tiempos era la gente de Voz Natura la que montaba las exposiciones, y ellos llegaban a tiempo de añadir algo. «Ahora somos nosotros los que las montamos», remata con un toque de satisfacción.
En esa línea, José Antonio González también demuestra con sus palabras que los tiempos han cambiado: «Agora son os propios alumnos os que nos demandan a participación en Voz Natura, xa que está a formar parte do centro e do seu día a día».
Mercedes, Miguel y José Antonio son meros ejemplos, por suerte para el programa Voz Natura. Y por suerte también para Galicia, que cuenta con profesores como ellos.
Todos ellos fueron los grandes pioneros en integrar este programa ambiental en el currículum escolar. Porque lo cierto es que hasta entonces nadie consideraba la protección del entorno como una necesidad educativa.
Echando la vista atrás, en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre reconocen con mucho gusto que «fueron educadores que consiguieron que nuestro programa se considere imprescindible en sus centros educativos», y resaltan que los que se jubilaron lograron algo importante: pasar el testigo a otros compañeros más jóvenes.
Y no solo eso, sino que cuando alguno se cambiaba de centro se llevaba con él el «espíritu Voz Natura» y volvía a poner en marcha un proyecto ligado a este programa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, y que cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces.
Una de esas veteranas, Mercedes López, del EEI Carricanta (A Coruña), resalta que «todos hemos aprendido juntos, y recuerdo con mucho cariño y respeto aquellos inicios de los que me he quedado con muy buenos amigos».
Involucrar al alumnado
Miguel Leiva, del ahora CPR San Lourenzo (de Lugo), trabaja con Voz Natura desde hace 21 años, y resalta la ilusión con que empezaron: «Un señor nos dejó una viña semiabandonada en la Ribeira Sacra, y allá fuimos, pusimos cepas, aireamos, la rejuvenecimos, y aquello acabó siendo una bodega, lo es hoy, y produce un vino que se vende».
José Antonio González, del IES de Foz, recuerda que empezaron porque «tiñamos que involucrar ao alumnado en actividades tanto dentro como fóra do centro relacionadas coa natureza e a sustentabilidade».
Mercedes López comenta que en aquellos lejanos tiempos era la gente de Voz Natura la que montaba las exposiciones, y ellos llegaban a tiempo de añadir algo. «Ahora somos nosotros los que las montamos», remata con un toque de satisfacción.
En esa línea, José Antonio González también demuestra con sus palabras que los tiempos han cambiado: «Agora son os propios alumnos os que nos demandan a participación en Voz Natura, xa que está a formar parte do centro e do seu día a día».
Mercedes, Miguel y José Antonio son meros ejemplos, por suerte para el programa Voz Natura. Y por suerte también para Galicia, que cuenta con profesores como ellos.