Nos despedimos hasta el curso 2021-2022 agradeciendo el trabajo del profesorado
A grandes males, grandes remedios. Esto debieron de pensar los profesores que en este curso recién acabado participaron en Voz Natura, el programa educativo de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que cuenta con el patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces. Sin olvidar la siempre excelente colaboración del Muncyt coruñés que, este año, debido a la situación sanitaria, ofrecieron visitas virtuales al museo a los centros educativos y asociaciones que participan en el programa.
Porque la situación sanitaria y las duras restricciones iniciales provocaron que se despertase una gran creatividad e innovación en el desarrollo de los proyectos medioambientales. ¿Un ejemplo? La utilización de recursos tecnológicos: códigos QR, stop motion, caminos virtuales, etc. que hasta entonces o no existían o eran residuales.
Echando la vista atrás se constata que la acción directa quedó aparcada al principio, pero la mejoría de los últimos meses permitió recuperarla, y miles de alumnos salieron a reforestar, limpiar caminos y ríos, y cuidar con cariño los huertos y aulas de la naturaleza.
La protección y recuperación del entorno natural del Camino de Santiago (o mejor, los Caminos de Santiago) fue el núcleo central de esta edición. Una edición que vio nacer en febrero un espacio web sobre innovación educativa en medioambiente, en la página de Voz Natura (www.voznatura.com/innovación-educativa), y que remató con el acto de entrega de galardones que el covid no pudo impedir. Es el momento de recordar que el premio Galicia -el principal- fue al IES de Sar, de Santiago.
Lo cierto es que las actividades de Voz Natura han sido de gran ayuda para motivar a los alumnos. Siempre, por supuesto, pero muy especialmente en este durísimo curso escolar que ha salido adelante gracias al respeto a las normas anticovid y, sobre todo, a la tremenda ilusión y esfuerzo que han puesto los profesores. En una reunión de programación en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, reflexionando sobre ello, una de las asistentes dijo una frase que quedó grabada: «Cuando esos chicos crezcan se asombrarán al saber cómo se dejaron la piel sus profesores para sacar adelante los proyectos de Voz Natura».
Si este curso se pudiera reducir a cifras, habría que decir que participaron 365 centros educativos y asociaciones, lo cual significa 80.900 alumnos y 3.300 educadores. Pero no, el alma de Voz Natura nunca se podrá reducir a unos significativos pero fríos números. Se demostró durante esos meses. Y Galicia entera lo demostrará el curso que viene, 25.º aniversario de Voz Natura. ¡Larga vida al programa y felices vacaciones a todos!
Porque la situación sanitaria y las duras restricciones iniciales provocaron que se despertase una gran creatividad e innovación en el desarrollo de los proyectos medioambientales. ¿Un ejemplo? La utilización de recursos tecnológicos: códigos QR, stop motion, caminos virtuales, etc. que hasta entonces o no existían o eran residuales.
Echando la vista atrás se constata que la acción directa quedó aparcada al principio, pero la mejoría de los últimos meses permitió recuperarla, y miles de alumnos salieron a reforestar, limpiar caminos y ríos, y cuidar con cariño los huertos y aulas de la naturaleza.
La protección y recuperación del entorno natural del Camino de Santiago (o mejor, los Caminos de Santiago) fue el núcleo central de esta edición. Una edición que vio nacer en febrero un espacio web sobre innovación educativa en medioambiente, en la página de Voz Natura (www.voznatura.com/innovación-educativa), y que remató con el acto de entrega de galardones que el covid no pudo impedir. Es el momento de recordar que el premio Galicia -el principal- fue al IES de Sar, de Santiago.
Lo cierto es que las actividades de Voz Natura han sido de gran ayuda para motivar a los alumnos. Siempre, por supuesto, pero muy especialmente en este durísimo curso escolar que ha salido adelante gracias al respeto a las normas anticovid y, sobre todo, a la tremenda ilusión y esfuerzo que han puesto los profesores. En una reunión de programación en la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, reflexionando sobre ello, una de las asistentes dijo una frase que quedó grabada: «Cuando esos chicos crezcan se asombrarán al saber cómo se dejaron la piel sus profesores para sacar adelante los proyectos de Voz Natura».
Si este curso se pudiera reducir a cifras, habría que decir que participaron 365 centros educativos y asociaciones, lo cual significa 80.900 alumnos y 3.300 educadores. Pero no, el alma de Voz Natura nunca se podrá reducir a unos significativos pero fríos números. Se demostró durante esos meses. Y Galicia entera lo demostrará el curso que viene, 25.º aniversario de Voz Natura. ¡Larga vida al programa y felices vacaciones a todos!