Crea Nature School crea una máquina recicladora de plásticos con una bicicleta
No uno ni dos, sino muchos profesores de Voz Natura, además de organizar mil y una actividades con sus alumnos, los animan a que sean inventores. A que hagan trabajar a las neuronas y a que tiren para delante con ideas que a veces son disparatadas, como disparatadas fueron todas las que hicieron avanzar la ciencia y, por lo tanto, progresar al ser humano.
El último invento, por ahora, es una máquina para procesar y reciclar plásticos, y de paso crear nuevos utensilios como, por ejemplo, herramientas de jardinería. ¿Dónde? En el Crea Nature School-Santa Apolonia, en las afueras de Santiago. ¿Quién? Sus alumnos, claro está, comandados por el profesor Jesús Couso Cambeiro, el muy popular Kechu. Dicho sea de paso, el hombre no para, y una muy merecida recompensa fue el premio provincial Voz Natura en la 21ª. edición —curso 2017-18—.
Kechu hace una parada en su salida al campo con la tropa joven y reflexiona: «Tras analizar los presupuestos de los anteriores proyectos presentados al programa Voz Natura, detectamos que la mayor parte de estos habían sido destinados a la compra de herramientas de granja». Y eso le llevó a la conclusión de que no sería mala cosa fabricarlas ellos mismos «a partir de materiales reciclados». «Se nos ocurrió que podríamos construir una pequeña planta escolar de reciclaje de plástico que fuera fácil de transportar».
Pero la cosa no acaba ahí, ya que Kechu quiere compartir el invento con otros centros de Voz Natura «que estén interesados en experimentar con el reciclado y la reutilización del plástico». Tal máquina estará impulsada ¡por una bicicleta! Y es que los alumnos pedalean para que funcione. «Sí, así es —continúa Kechu—, en una primera etapa construimos una pequeña trituradora de plásticos que luego acoplamos a una bicicleta». Ahora mismo están fabricando una inyectora de plástico, «y en una tercera etapa construiremos los moldes para fabricar las herramientas y pondremos en marcha el sistema de préstamos entre centros», añade.
¿Punto final a este invento nacido —valga la expresión— en las entrañas de Voz Natura? Pues no. Kechu hace otra parada y, optimista como siempre, vuelve a reflexionar: «Y podría ser que en el futuro esta pequeña planta de reciclaje pueda crecer con la construcción de una extrusora, una moldeadora por presión o una impresora 3D». Que no quepa la menor duda: si lo piensa, lo hará.