Montse Sancho

Educadora de la Escuela Infantil de Monte Alto, A Coruña

¿Nos cuentas una experiencia/proyecto/iniciativa que te influyó especialmente para innovar en tu forma de educar?

Sin duda me determinó muchísimo compartir y conocer desde dentro en los primeros años de profesión, los programas educativos organizados por el concello; visitas a entidades, museos, bibliotecas, representaciones teatrales y conciertos. Todo ello generó una forma de entender la escuela como un espacio que se complementa con el entorno y sus recursos didácticos. Entender la necesidad de que hacer escuela era conocer y relacionarte con el entorno en todos los sentidos y especialmente conocer los profesionales de otros niveles educativos y especialistas de diferentes ámbitos y comprometerte en cierta forma a compartir y documentar las experiencias. En este sentido, por aquellos años Voz Natura comenzó su andadura medioambiental y también se comenzó a mover la ciencia en los coles con Ciencia na Rúa. Estas propuestas nos motivaron a apegarnos a la naturaleza y a la ciencia a través de sus convocatorias, informaciones, días de celebración. Todo se facilitaba para participar y se contaba además con las escuelas infantiles

¿Nos cuentas una anécdota?

Hablo en plural, ya que muchas experiencias las viví en la escuela con el equipo de compañeras/os

Haber disfrutado de Yuri Gagarin durante tres generaciones…y también de Madame Curie… Siempre hemos intentado acercarnos a la naturaleza en todas sus facetas, y durante años contábamos con “compañeros/as de viaje” muy especiales. Tres generaciones de Hámster rusos estuvieron con nosotros…y los llamábamos con nombres de científicos y de científicas. Una experiencia muy interesante transmitida con un máximo respeto y cuidado hacia los seres vivos. Estas vivencias diarias nos permitieron establecer relaciones entre la ciencia, la naturaleza, la astronomía… inolvidables días.

¿Una reflexión/cita/idea/persona inspiradora?

Los impulsores de proyectos en el ámbito de la ciencia como Javier Novelle y del medio ambiente como José Antonio Díaz. A todo el equipo de la escuela nos determinó de una forma especial su interés por conocernos, entraban y nos visitaban, comprobaban lo que hacíamos y cómo lo hacíamos, y siempre los tuvimos como referentes. Nos hicieron sentir seguras y capaces de que podíamos desarrollar proyectos y hacerlos públicos.

¿Una sugerencia a las personas educadoras para innovar en educación? 

Sin duda no ponerse límites en la dedicación, nunca sabes hasta dónde puedes llegar cuando emprendes una experiencia que transciende lo habitual de la programación escolar y especialmente contar o formar parte de un equipo en el puedas apoyarte y compartir experiencias.

Tener inquietud e ilusión por hacer, aprender y plantearse otra forma de mirar la realidad desde la perspectiva de un niño/a. En mi caso, en esta etapa de primera infancia, los materiales tienen un valor muy importante, crear recursos y explorar posibilidades son imprescindibles para innovar en estas primeras edades.