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Vixésimo terceira edición (2019-2020)

La celebración del Samaín y del otoño pone en valor la naturaleza

 
Los centros escolares gallegos celebran el Samaín y el otoño. Para ello han programado diferentes actividades con un toque verde, el de Voz Natura, con el que se intenta poner en valor lo que nos ofrece la naturaleza también durante estas fechas.

Como todos los años, en el CEIP de Palmeira optaron por celebrar su concurso de calabazas, uno de los más llamativos de Galicia por su variedad, cantidad y originalidad. También se contaron historias del Samaín y relatos de miedo por la radio del colegio.

En el CPR Cervantes, este año organizaron un túnel del terror con manualidades recicladas y una fiesta de celebración del Samaín con disfraces. En la fiesta de este centro lucense se incluyó una chocolatada y castañada, pero sin la presencia de vasos y platos de plástico, para intentar concienciar así a todas las familias y a los alumnos sobre la necesidad de utilizar recipientes reutilizables y no contaminar el entorno.

Carrera y cajas sensoriales
El CEIP do Camiño Inglés (Oroso-Sigüeiro) organizó su Carreira Escolar do Magosto, que estaba abierta a las familias de los alumnos y que se podía afrontar también como una andaina. Como su propio nombre indica, iba acompañada de la degustación de castañas.

En el EEI de Gondomar crearon unas originales cajas sensoriales en las que introdujeron diferentes productos y elementos propios del otoño, como espigas de maíz, castañas, erizos, piñas y hojas. El objetivo es que los alumnos puedan experimentar, tocar, oler... y disfrutar de todo lo que nos aporta esta época del año.

Crisantemos y repollo
El otoño también les encanta a los integrantes de la comunidad escolar del CRA de Ribadumia. Entre las actividades que han programado para estos meses en este centro situado en la provincia de Pontevedra se encuentra la recogida de avellanas y castaña. También se dedicarán a plantar dragonarias, crisantemos, ciclámenes, verduras como el repollo y el brécol, y hasta algún fruto especial como el guayabo-fresa, que ya cultivaron hace dos años y que han podido disfrutar los más pequeños de Ribadumia.